TOMATE FRITO

Con esta entrada quiero llamar la atención de todos aquellos que no hacen tomate frito en casa, sino que lo comprar enlatado.
Si hay alguna cosa en el mundo que sea muchísimo mejor casera que comprada, es el tomate frito. Y no hace falta hacerlo en cantidad exagerada, símplemente podemos hacer la cantidad que necesitamos en el momento de una manera muy sencilla.

 

Lo que aparece en la foto de arriba, junto con sal y azúcar, es todo lo que necesitamos. 

La noche pasada, queríamos un poco de tomate frito para acompañar unos filetes de merluza rebozada. 

Así que cogí 8 tomates maduros pequeños que tenía en el frigo, los abrí por la mitad en sentido transversal y los rallé en una fuente. Como veis, es muy sencillo y una vez rallado, nos queda sólo la piel que desecharemos.

 

Así es como queda el tomate una vez rallado. De esta manera, además, queda el tomate con una textura más interesante, a mi juicio, que si lo hubiéramos batido.

Tan sólo queda poner en una sartén con un chorro de aceite de oliva, una cucharadita rasa de sal y dos cucharaditas rasas de azúcar. Lo ponemos a fuego fuerte y en cuanto empiece a freírse, lo bajamos y dejamos unos 15 minutos, dando alguna vuelta con la cuchara de vez en cuando. El agua se evaporará y nos quedará la salsa de tomate lista para comer.

Es importante echar azúcar para restar acidez al tomate. 

Merece la pena que probéis a hacerlo. Si tenéis niños y sólo han probado tomate frito de lata, tenéis el éxito asegurado.

Aprovechad ahora para comprar tomate maduro, que está en pleno apogeo. Ayer compré yo tomate de pera a 0,35 €/kg.